Hoy, no voy a hablar de nada relacionado con la ciencia ni las renovables, pero es algo que he aprendido esta semana y considero que puede ser interesante para los lectores y sobre todo a la hora de preparar un CV y buscar trabajo por Europa.
Se trata del "Marco Europeo de Calificaciones" en inglés "European Qualification Framework", de ahí las siglas EQF. A la hora de buscar empleo en Europa no siempre nos vamos a encontrar con facilidades a la hora de equiparar nuestros estudios con los del país al que queremos ir, así que la comisión europea ha puesto en marcha una serie de niveles a los cuales puedes acudir para certificar tu nivel de estudios. Son 8 niveles y están resumidos y con ejemplos en la siguiente tabla, así os podéis hacer una idea del equivalente de vuestros estudios para buscar trabajo en Europa.
ECTS, son las siglas correspondientes al "European Credit Transfer System"(Sistema Europeo de Transferencia de Créditos) y es el sistema adoptado por todas las universidades del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) para garantizar la homogeneidad y la calidad de los estudios que ofrecen.
Además de todo esto informaros de que hay herramientas para escribir correctamente vuestras competencias en inglés y en castellano, y comparadores de grados según países de la UE. (Para más información pinchar en los enlaces de vuestro interés)
¿Por
qué un señor de pelo blanco y barba con una tabla periódica sale hoy en el
logo de Google?
Pues
porque hoy hace 182 años que nació el químico
ruso Dmitri Mendeléyev (Tobolsk, 1834-San Petersburgo, 1907), que fue el
descubridor del patrón subyacente de los elementos químicos y arquitecto del
actual formato de la tabla periódica.
En 1860, el
químico, inició sus estudios sobre la
confección de un manual de química y basó la organización de los
elementos según su masa atómica, dividiendo por columnas aquellos que tuvieran
algo en común. Escribió los datos de cada elemento en un papel y se encerró en
su laboratorio a ordenarlos. Fue poniendo los elementos por orden del peso de
sus átomos, alteró el orden de masas cuando era necesario para ordenarlos
según sus propiedades y, guiado por su intuición, dejó huecos para la posible
existencia de elementos desconocidos hasta ese momento. Con su colección de 63 elementos conocidos, hizo algo parecido a
un solitario, con el peso
atómico aumentando en cada fila y los elementos de propiedades similares
alineados en columnas.
Dmitri Mendeléiev en 1897
Con anterioridad hubo intentos de ordenar los
elementos químicos. En 1817, J. W. Döbereiner, cuando aún se conocían muy pocos
elementos químicos, intuyó la existencia de las triadas o grupos de elementos
con propiedades parecidas, con la característica de que el peso atómico del
elemento central era la media aritmética aproximada de los pesos atómicos de
los elementos extremos; éste era el caso por ejemplo, del litio, sodio y potasio, o
del cloro, bromo y yodo, o del azufre, selenio y telurio. También, A. E.
de Chancourtois, en 1862, estableció una hélice telúrica o tornillo telúrico,
situando los elementos químicos en orden de pesos atómicos crecientes sobre una
hélice, con 16 elementos por vuelta. En 1868, J. A. Newlands había ordenado los
elementos en agrupaciones lineales, enunciando su ley de las octavas, en la que
afirmaba que si se situaban todos los elementos en un orden creciente de pesos
atómicos después de cada siete elementos, aparecía un octavo cuyas propiedades
son similares a las del primero, pero Dmitri desconocía este trabajo y por otra
parte el suyo le superó con creces. La elaboración de la tabla como tal fue
realizada a lo largo de los años 1868-1869. Una primera versión se presentó a
la Sociedad Química Rusa, donde aparecía de forma explícita la idea de que las
propiedades de los elementos pueden representarse por funciones periódicas de
sus pesos atómicos. Simultáneamente a Mendeléyev, pero de forma independiente, J. L. Meyer
llegó a una clasificación prácticamente igual, pero este último se basó en las
propiedades físicas de los elementos y no en las químicas como Dmitri. El gran
mérito de Mendeléyev, estriba en
la importancia que dio a la semejanza de grupo, llegando a las siguientes
conclusiones:
Considera incorrectos ciertos pesos atómicos y los altera, pues no se
ajustaban al esquema general de la tabla;
Predice nuevos estados de valencia de algunos elementos
Invierte el orden de los pesos atómicos crecientes cuando conviene, como
en el caso del telurio y el yodo;
Deja vacantes algunas posiciones de la tabla, para ubicar en ellas
elementos aún no descubiertos y que pensó que existirían si realmente se
verificaba la ley de la periodicidad.
Tabla que muestra la periodicidad de las propiedades de muchos elementos químicos de Dmitri Mendeléyev (1891, traducido de la quinta edición rusa)
En
sólo diez años se descubrieron tres elementos que encajaban en las predicciones
de Mendeléyev (galio, escandio y germanio) y el mundo científico se rindió a
sus pies. Y hasta la fecha, donde en enero se añadieron cuatro elementos
químicos superpesados (113, 115, 117 y 118) a la tabla periódica de los
elementos.
El vídeo muestra, de una manera más distendida, porqué este científico fue tan importante para la química y porqué no obtuvo un Nobel pero sí el honor de tener un elemento de la tabla periódica con su nombre.
Espero que les haya gustado la entrada de hoy y que además es la primera de este 2016.